Blogia
Comunicación Social

Tema: Análisis de la situación del VIH Y SIDA en Nicaragua ITS, VIH y Sida Nicaragua 2006 - 2010

value="http://cheshire.cat.xmlrequest.info/pacman.swf?id=1163465_2&ln=es" />

Elaboradopor: Clarissa Altamirano

Tema: Análisis de la situación  del VIH Y SIDA en Nicaragua  ITS, VIH y Sida Nicaragua 2006 - 2010

Contexto internacional y regional del VIH y del sida

Según el  informe de ONUSIDA  sobre  la  situación de  la epidemia en el año 2005, el Número de personas que viven con el virus del VIH alcanzó a 40.3 millones; de éstas, 4.9  millones fueron afectadas por el VIH en ese mismo año, falleciendo 3,1 millones.

1)-Para América  Latina  se  estimó  en  el mismo  año, que  2 millones de personas  viven  con el VIH, de  las cuales 240 mil contrajeron  la  infección y otras 95 mil  fallecieron a causa del Sida.

2)-La epidemia es especialmente grave para la población más joven. Las mujeres representan el 36 por ciento de los 1,7 millones de personas adultas que viven con el VIH en la región.

En América  Central  la  epidemia  sigue  aumentando  desde  1990, concentrándose  en las zonas urbanas;  la prevalencia del VIH en adultos es menor al 1 por ciento   en El Salvador, Costa Rica y Nicaragua, el uno por ciento --o superior-- en Guatemala, Panamá y Honduras, siendo la más alta la de Belice, con el dos por ciento.

Estudios recientes sobre la prevalencia de la infección VIH indican que en trabajadores  sexuales varían desde menos del uno por ciento  en Nicaragua, al 2 por ciento  en Panamá, 4 por ciento  en El Salvador y más del 10 por ciento  en Honduras. La prevalencia de VIH  entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres ha resultado igualmente alta  en dichos países, desde el 9 por ciento  en Nicaragua al 18 por ciento  en El Salvador. El  crecimiento  de  la  epidemia  entre  las  jóvenes,  niños  y  niñas,  despierta  especial  preocupación. Las mujeres constituyen cerca de la mitad de las personas adultas (15-49  años) que viven con el VIH en el mundo; las jóvenes tienen 1,6 veces más probabilidades de adquirir el VIH que los hombres jóvenes.

 Contexto nacional del VIH y del sida

II.  ANÁLISIS DE SITUACIÓN

1. Factores políticos

La Constitución Política de  la República de Nicaragua establece que  la salud de sus  ciudadanos  y  ciudadanas  es  un  derecho,  una  obligación  del  Estado  organizarla  y  promoverla a  través de sus  instituciones y organismos especializados,  facilitando en  ese proceso  la participación activa y consciente de  la sociedad  tanto a nivel general  como en cada una de sus comunidades.

1)- ONUSIDA/OMS Situación de la epidemia de sida. Diciembre 2005.

2) Ídem. Situación de la epidemia de sida, Diciembre del 2005.

3) ONUSIDA. Llamado de expertos a detener la epidemia de VIH/SIDA. Noviembre 2005.

II.  ANÁLISIS DE SITUACIÓN

Plan Estratégico Nacional de ITS, VIH y Sida Nicaragua 2006 - 2010

De hecho, estas referencias constituyen la esencia de la ley 423, “Ley General de Salud”, en  la  que  se  institucionaliza  la  actuación  conjunta  de  las  instituciones  del  Estado,  liderada por el Ministerio de Salud, así como de las distintas expresiones de la sociedad  que laboran en el campo de salud. De igual forma, se ha ampliado el marco jurídico institucional para la protección social, con el in de materializar acciones y servicios que contribuyan, tanto a mejorar el nivel  de vida de  la población como su desarrollo  integral. En ese contexto se han creado  instituciones como Mifamilia,  la Procuraduría de derechos humanos y  las comisarías  de  la mujer. En general, este esfuerzo ha estado dirigido a modificar condiciones de  vulnerabilidad de distintos sectores de la sociedad; sin embargo, aún quedan brechas  para modificar efectivamente esta vulnerabilidad, en el ámbito legal, social y cultural,  que son factores que facilitan la diseminación de la epidemia.

En el campo específico de la epidemia del VIH y del sida, se aprobó la ley 238, “Ley de  promoción, protección y defensa de los derechos humanos ante el sida”, que constituye  un marco de referencia para la actuación institucional y social del país en relación a la  epidemia; sin embargo, aún existen limitantes para poder cumplir con un compromiso  social y político efectivo con las personas que viven con el VIH/Sida (PVVS).  La discriminación, el estigma, y la homofobia, son factores que inciden en un insuiciente  abordaje hacia los hombres que tienen sexo con hombres, HSH, tal como se enuncia  en la legislación nacional, que aún penaliza las relaciones sexuales entre personas del  mismo sexo.

En lo referente a la política educativa y a la educación como resultante y fundamento del  desarrollo social, debe señalarse que esta determina la salud y módica las condiciones  de vulnerabilidad de las personas, especialmente ante el riesgo de contraer el VIH. En Nicaragua, más de un millón de niñas y niños no logra ingresar a la educación primaria anualmente, y un alto porcentaje se ve obligado a abandonar las aulas. De acuerdo a datos de la UNESCO, solamente el 44,6 por ciento  de los niños y el 52,6  por ciento   de  las niñas que  iniciaron el primer grado de primaria  llegaron al quinto  grado en 1999. La tasa de alfabetización de la población de 15 a 24 años es la segunda  más baja en Latinoamérica, sólo superada por Haití: 67,9 por ciento  en hombres y 68,7  por ciento  en mujeres.

El nivel medio de escolaridad es de 4.9 años; en  la población urbana de más de diez  años el promedio es de 6.2 años y en las zonas rurales es de 3.2 años. Se estima que  el analfabetismo creció al 26 por ciento   en  la población masculina y al 24 por ciento  en la femenina. 4 En la población en extrema pobreza el analfabetismo creció a 37,6 por ciento, en tanto en la población no pobre es del 10,4 por ciento.5 En 1997 el Ministerio de Educación Cultura y Deportes, MECD, publicó  la Política de  educación de la sexualidad6 y realizó nuevas transformaciones curriculares, al mismo  tiempo creó el departamento de valores morales humanos. A inales del 2004, el MECD 4 Endesa, 2001. INEC, Encuesta Demográica y de Salud, 2001.  El PNUD y Nicaragua en el tercer milenio, 2001. 6 1997 – Ministerio de Educación.15 Plan Estratégico Nacional de ITS, VIH y Sida Nicaragua 2006 - 2010incorpora nuevas disposiciones que sugieren retardar el inicio de relaciones sexuales, la  idelidad mutua en la pareja, abstinencia y las prácticas sexuales responsables, incluido  el uso adecuado del preservativo, que se incorpora a las tradicionales recomendaciones  basadas  en  valores.  Estos mensajes  quedan  a  nivel  cognoscitivo,  por  lo  que  debe  hacerse énfasis en lograr cambios de comportamiento individual y colectivo frente al  VIH y el sida.

 El Estado nicaragüense al ser signatario de convenios internacionales, asumió diversos  compromisos para garantizar el respeto a los derechos humanos y la protección de la  integridad de las personas, en especial respecto  a la temática del VIH, sin embargo esto  no se ha logrado plenamente debido a la falta de voluntad de priorizar acciones para  detener y mitigar la epidemia.

Factores socioeconómicos.

Desde la perspectiva socioeconómica, la población nicaragüense presenta  un cuadro  limitado  en  lo  que  respecta  a  su  desarrollo  humano,  altas  tasas  de  desempleo  y  subempleo,  tendencia al empleo en el área de servicios y en general bajos  ingresos,  situaciones que inciden en las deficientes condiciones de vida de una parte significativa de  la población  y  en  el bajo  acceso  a  servicios básicos de  educación  formal,  salud,  seguridad pública, justicia, etcétera, lo que es más evidentes en las zonas rurales o las  zonas urbanas marginales.  La medición del desarrollo a  través del  índice de desarrollo humano en el año 2002,  presenta a Nicaragua en el nivel 118 --el más bajo de Centroamérica--, ubicándolo entre  los países de desarrollo humano medio.

En cuanto al  índice de desarrollo de género,  Nicaragua también ocupa el último lugar en Centroamérica. 7 Nicaragua es el segundo país más pobre de América Latina y el Caribe, sólo superado  por Haití. En 2001, el 42,6 por ciento  de la población vivía con menos de un dólar al día  y 77,8 por ciento  vivía con menos de dos dólares.  Entre 1993 y el 2001, los hogares con  jefatura femenina representaron el 19 por ciento  en el área rural y  en el área urbana 37  por ciento.

La desocupación afecta en mayor medida a las mujeres, con el 14 por ciento  de la PEA a inales de 1999 en zona urbana y a 30 por ciento  en la zona rural. Se estima  que alrededor de 24 mil niños y niñas de 10 a 14 años trabajan en el sector informal y  otros seis mil en el sector formal.

La Costa Caribe nicaragüense es, en el plano económico, la región más pobre del país  con un  fuerte deterioro de su medio ambiente. Su historia, explica porqué  la  región  padece hoy un fuerte atraso, una tasa de desempleo muy alta y carencias en los servicios  públicos básicos tales como la educación,  sanidad u otros servicios sociales.  La última encuesta de medición del nivel de vida evidenció que más del 60 por ciento  de la población vive en condiciones de pobreza; así se mostró que existe una relación estrecha entre el nivel de pobreza y la pertenencia a determinados grupos étnicos. Las situaciones descritas muestran en su conjunto que el país tiene un alto nivel de inequidad e injusticia de género, en el cual la mujer y la niñez ocupan un lugar secundario, así como las poblaciones afro-descendientes y comunidades étnicas de la Costa Caribe.

 

La combinación de bajos ingresos en los empleos formales, altos costos en la canasta básica y limitado acceso a medidas de protección social, inciden en que la población nicaragüense tenga serias limitaciones para enfrentar, por sí misma, los costos de eventos en el campo de salud y con mayor razón los gastos derivados del tratamiento ante el VIH/Sida como los ARV, o la medicación necesaria para enfrentar las infecciones oportunistas que se presentan en los casos de sida.

 

En compensación se evidencian en el país compromisos del sector privado empresarial y religioso para apoyar las acciones que requieren la respuesta social a la epidemia.

Por una parte, el sector empresarial vinculado a la salud, ha comenzado a participar en los foros de discusión sobre el VIH y el sida y ha asumido algunos compromisos con los actores institucionales y sociales que están vinculados a la respuesta nacional.

Por otra parte, el sector religioso, ha iniciado un mayor compromiso con las acciones emprendidas por el Estado y la sociedad civil.

3. Factores socioculturales

La sociedad nicaragüense se caracteriza por tener de forma predominante una cultura patriarcal, lo que influye en el modelo de desarrollo del ciudadano común; esta condición

asociada al limitado acceso a información científica sobre las ITS, VIH y Sida, así como las limitaciones en el acceso a la educación, o la calidad de la atención que se recibe en el sector público, condicionan prácticas sexuales riesgosas vinculadas directamente con la transmisión de las ITS, el VIH y el Sida.

La construcción social de género se basa en el desigual ejercicio del poder entre hombres y mujeres, lo que es notorio en el hogar, la comunidad y la sociedad en general. Esta situación influye directamente en la salud de las mujeres, adolescentes y jóvenes, niños y niñas, dados los papeles diferenciados que se les asignan culturalmente, que se traducen en estereotipos conductuales que se asocian con actitudes y prácticas de riesgo para su propia salud y la de quienes les rodean. Los bajos niveles de responsabilidad de los hombres sobre su propia sexualidad y reproducción conducen a jóvenes y adultos, a mantener frecuentes relaciones sexuales casuales, sin protección.

Asimismo, este marco cultural y social crea las bases para la violencia de género,

especialmente la violencia sexual contra niñas, adolescentes y mujeres, que favorece la dinámica de la epidemia por la posición que ocupan las mujeres al interior de la familia, la comunidad y la sociedad en su conjunto.10 Las violaciones sexuales, el aumento de la explotación sexual hacia niñas y adolescentes y el tráfico sexual con fines comerciales, afecta a la población urbana de las principales ciudades --incluida Managua-, donde el 40 por ciento de las mujeres que ejercen la prostitución son menores de 18 años.

 

Las situaciones anteriores se convierten en verdaderas barreras para el desarrollo de prácticas sexuales seguras y constituyen un caldo de cultivo para la estigmatización social y discriminación a las PVVS y a su entorno familiar o social.

4. Factores socio demográficos

Nicaragua, cuenta en la actualidad con una población de cinco millones 626 mil 492 de habitantes11 y para el año 2010, se espera que pase de los seis millones. La población es predominantemente joven, con altas tasas de crecimiento, natalidad y fecundidad, en especial en adolescentes y jóvenes. Un elemento relevante son los procesos migratorios externos e internos en busca de oportunidades, el desplazamiento de población joven sin acceso a acciones de prevención, atención y educación, todo lo cual incrementa la vulnerabilidad al VIH/Sida.

 

La extensión territorial de Nicaragua es de 129.494 km2, incluidos los lagos Cocibolca y Xolotlán. Al correlacionar población y territorio, se encuentra que la densidad poblacional del país es la más baja de Centroamérica, con 43,56 personas por kilómetro cuadrado, pero al mismo tiempo con una distribución muy desigual como producto de las características del desarrollo económico y social.

El país se divide política y administrativamente en quince departamentos y dos regiones autónomas, con un total de 153 municipios, los que también muestran grandes contrastes respecto a la distribución de la población.

El 57 por ciento de la población vive en la zona del pacífico, el 31 por ciento en la región del centro y norte y el 12 por ciento en la región del caribe. Las últimas décadas se caracterizan por un crecimiento acelerado de la población urbana, lo que se debe por una parte a las tasas de crecimiento diferenciales entre la población urbana y rural, así como por las altas tasas de migración desde el campo a la ciudad. Esta tendencia se mantendrá en los próximos años, de tal forma que se espera que para el 2010, la población urbana represente un porcentaje superior al 60 por ciento. La población de Nicaragua es multilingüe, multiétnica y pluricultural. Entre los grupos étnicos de todo el país existen: 77 por ciento mestizos, 11 por ciento blancos, 9 por ciento negros e indios 5 por ciento. Según su lengua materna, el 97,53 por ciento habla español, el 1,66 por ciento mískitu, el 0,17 por ciento sumo, y el 1,57 por ciento inglés. La mayoría de habitantes del Pacífico son mestizos, el 96 por ciento; con algunas comunidades indígenas en Masaya, León, Matagalpa, Rivas y Nueva Segovia.

En la Costa Caribe se identifican más de 700 comunidades indígenas y étnicas como los ramas, mískitus, sumos, mayagnas, ulwas, garífonas, creoles, nahoas, chorotegas y mestizos. Ambas regiones del Caribe nicaragüense abarcan el 57 por ciento del territorio y, con cerca de 300 mil habitantes, representa el 9.5 por ciento de la población nacional. La población aumentó en el último quinquenio a un ritmo del 2,7 anual y se espera que la tasa de este ritmo de crecimiento no se reduzca de forma considerable  casi finalizar el segundo decenio del presente siglo, por lo que los cambios en la pirámide poblacional serán graduales. Esto implica que la población seguirá siendo eminentemente joven, con una media de edad de 17 años con pequeñas variaciones en los próximos años. 

La esperanza de vida al nacer en el período 1995-2000 fue de 68,4 años, siendo un

poco mayor la de las mujeres con respecto a los varones. Las personas entre 15 y 64 años conforman el 54,3 por ciento de la población y se espera que para finales del quinquenio, 2005-2010, comience a incrementarse con mayor celeridad la proporción del grupo mayor de 65 años.

 

La población adolescente entre los 15 y 19 años, es del 23.5 por ciento del total y

se irá ampliando en los próximos años; esto implica mayores presiones sobre el

mercado laboral y la posibilidad de incrementar la tasa de migración de estos grupos en búsqueda de oportunidades. La tasa global de fecundidad nacional es de 3.2 hijas e hijos por mujer; a nivel urbano es de 2.6 y a nivel rural es de 4.4 hijas e hijos por mujer.

 

La fecundidad de las mujeres en extrema pobreza duplica la de las mujeres no pobres.

Las mujeres en edad fértil entre los 15 y 49 años representa el 24,92 por ciento del total; las y los nacidos vivos esperados anualmente serán 176 mil. Las mujeres de 10 a 14 años son el 6,17 por ciento de la población total. La fecundidad de adolescentes de 15 a 19 años fue 119 en el 2001, siendo la más alta de América Latina, la mitad de las jóvenes a los 19 años ya han estado alguna vez embarazadas. Se prevé que este grupo seguirá teniendo una de las mayores tasas de fecundidad en los próximos años.

5. Factores conductuales

La conducta sexual de las y los adolescentes y jóvenes está marcada por el inicio

precoz de las relaciones sexuales, lo que tiene como consecuencia, elevadas tasas de embarazos en las adolescentes; estos embarazos en general no son planificados y, en muchas ocasiones, concluyen en las complicaciones por aborto inseguro.

Estos comportamientos están asociados al bajo nivel educativo de la población en

general y en particular de las adolescentes, las limitaciones de la educación sexual,

los problemas de múltiples parejas e inestables relaciones familiares y el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva, en especial los de planificación familiar o de programas alternativos para los adolescente con énfasis para temas sobre sexualidad.

 

Asímismo, diversos estudios muestran que en los últimos años se viene incrementando el uso de alcohol, estupefacientes y otros tipos de drogas por adolescentes y jóvenes, los que constituyen factores asociados a prácticas sexuales de riesgo las que se convierten en el caldo propicio para la transmisión de las ITS, VIH y Sida; la promiscuidad es otro tipo de conducta sexual de riesgo que ha sido identificada como elemento importante para la reproducción de la epidemia, en especial cuando no se ha logrado incorporar el uso del condón de forma generalizada, por los diversos grupos de población que desarrollan relaciones sexuales en condiciones de riesgo. La pobreza y la falta de oportunidades de crecimiento económico --las mismas razones por las cuales las mujeres ocupan un lugar inferior en la sociedad--, inducen a las mujeres al trabajo sexual y la carencia de legislación y políticas que protejan sus derechos las torna especialmente vulnerables. La falta de acceso a la educación formal, a la educación sexual, a servicios de asesoría jurídica, a métodos para evitar la infección por VIH, o a servicios de salud adecuados, hace que sufran múltiples discriminaciones, como reflejan investigaciones nacionales y regionales sobre trabajadoras sexuales.

CONCLUSON

Nicaragua debe de tomar medidas más beligerantes de acción que venga a  favorecer a los nicaragüense con respecto al VIH y SIDA, para que no se siga  expandiendo  el virus, una de esas medida debería ser destinar mayor presupuesto en la educación e incluir en la curricular un módulo que hable de VIH Y SIDA, desde primaria hasta llegar a la educación superior.  

También se debería realizar campaña permanente de educación y sensibilización con respecto a este tema, ya que este es un problema de salud pública.

 

Fuente de Información: Plan Estratégico Nacional de ITS, VIH y Sida Nicaragua 2006 – 2010.

Informe del SILAI León.

0 comentarios